Olympe de Gauges tuvo una
gran aportación a la Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana. Hizo
realidad la posibilidad de que las mujeres tuvieran los mismos derechos que los
hombres en la vida cotidiana.
Primero, Olympe intenta
convencer no solo a los hombres, sino a las propias mujeres de la necesidad de
la emancipación. Uno de sus argumentos más conocidos es que las mujeres pueden
ser guillotinadas y no votar, cuestión que resalta para hacer evidente que las
mujeres necesitan el mismo marco de derechos que los hombres, y no solo las
obligaciones que supone la ciudadanía.
En adición, aunque Olympe no
fuera muy original escribiendo los derechos de las mujeres, ya que los copió de
los de los hombres, sí que intentó provocar una pequeña revolución de las
mujeres contra los hombres. Quería que las mujeres tuviesen las mismas
igualdades que los hombres, y que ellas dejasen de ser guillotinadas tan
fácilmente.
Quería que los dos sexos no
tuvieran diferencias en las condiciones de trabajo. Por ejemplo, en aquellos
tiempos, y en los nuestros, los hombres cobraban el doble o incluso el triple
que las mujeres. Bueno, y eso ocurría si le daban la oportunidad a las mujeres
de trabajar. Antes, se pensaba que las mujeres no debían trabajar y lo único
que debían hacer era cuidar de los niños, hacer la comida, y limpiar la casa.
Finalmente, Olympe provocó
que hubiera al menos, una pequeña igualdad entre las mujeres y los hombres. Es
cierto que la igualdad no era completa, pero sí que hubo un acercamiento a la
igualdad entre los dos sexos. Desde que Olympe creó estos derechos de las
mujeres, las mujeres cambiaron su actitud y empezaron a trabajar como siempre
lo habían hecho los hombres.
Alberto Muñoz 4º ESO B
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